
Mucho se está hablando de tripletes, de ganarlo todo, de que el Barça se coma el mundo, etc, etc... todos sabemos que siempre que se ha hablado de eso se ha acabado de la misma manera: sin ganar nada. No nos engañemos, ésta temporada era de transición. Primera premisa de Guardiola: humildad. Humildad, trabajo y seriedad. Y es así como se ganan los títulos, dándolo todo en cada partido, pero sobre todo, con lucha, con trabajo, con humildad, con seriedad, con entrega, con compromiso... luego la calidad marcará las diferencias.
Ya lo dijo "Sir Pep": "Es un absurdo pedirnos el triplete, no es justo". Palabras de Pep y por tanto, eso va a misa. ¿Cuántos equipos han logrado el triplete? Contados. ¿Que el Barcelona está capacitado para ganar los tres títulos en juego? Sí, claro. Hay equipo y plantilla también, y sobre todo, un pedazo de entrenador. Pero hay que ir paso a paso y con los pies en el suelo. No queramos vender la piel del oso antes de cazarlo. No caigamos en errores pasados. No hemos ganado nada aún, y venimos de dos años en blanco por una borrachera de soberbia.
Pep le ha dado un giro de 180º a este equipo en apenas unos meses. Y no ha habido tantos cambios en el equipo. Piqué no mejora lo que había, pero ha demostrado ser un gran central, sin duda. Cáceres no ha podido demostrar mucha cosa. Keita es un buen fichaje, un buen jugador, pero tampoco mejora lo que había. Es un digno sustituto de Deco, eso sí. Hleb, de momento, tampoco mejora lo que había, pero es un gran jugador y si le damos tiempo lo demostrará. No seamos injustos con él, como hicimos con Henry (que ya se encargó el solito de tapar bocas, cuando su anterior temporada tampoco había sido tan mala). Alves sí que mejora y mucho a este equipo. De ver al paquete de Oleguer a ver a uno de los mejores laterales del mundo, sino el mejor, hay una gran diferencia. Es un todoterreno, ataca, defiende, lucha, corre, es una moto... de esos jugadores que hacen falta en un equipo; un jugador con garra, con sangre, con cojones. De esos que hacen un equipo Campeón. Y la gran sorpresa que es Sergi Busquets. Pedazo de centrocampista, pedazo de invento de Sir Pep, que se la jugó poniéndolo por delante de Touré o Keita. Y el tiempo le dió la razón. Seguro que lo veremos en el Mundial de Sudáfrica el año que viene, talento tiene desde luego. Un jugador que se ha hecho un hueco en el equipo y que ayuda a oxigenar más el centro del campo en una máquina perfectamente engrasada gracias a Guardiola.
Pero lo más importante, con Pep somos un equipo. Antes eramos un equipo de individualidades. Sin duda, desinfectar el vestuario de cánceres como Ronaldinho ha sido decisivo.
Disfrutemos del actual gran momento de resultados y de juego y seamos prudentes. Sobre todo, recordemos donde estábamos hace unos meses y dónde estamos ahora. Ganar la Liga sería un éxito. Y el mérito es de Guardiola y su cuerpo técnico.
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